El regreso del año se celebró en Punta Querandí: «Una forma ancestral de marcar el tiempo»

Desde su territorio comunitario, en el epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y miles de hectáreas de humedales continentales, Punta Querandí volvió a acompañar la renovación del ciclo natural a través una vigilia con fogones de intercambio, reflexión, una recorrida guiada nocturna y una ceremonia para la salida del sol.

Cobertura fotográfica: Leo Crovetto y Nicolás Parodi

Esta celebración es parte de las culturas de numerosos pueblos originarios del hemisferio sur y en el área metropolitana de Buenos Aires se realiza en cada vez más lugares. A partir de las 20hs del sábado 21 de junio comenzaron a llegar a Punta Querandí personas, familias y grupos de diversas procedencias para participar de un acontecimiento conocido con distintos nombres: Inti Raymi (quechua), Diuí Inambí (querandí), Willka Kuti (aymara) y We Tripantu (mapuche), entre otros. La Municipalidad colaboró con un micro gratuito desde Tigre centro.

Antes de la medianoche compartimos un riquísimo guiso elaborado con horas de paciencia en el fogón. Con esa energía del alimento compartido, se hizo una gran ronda y allí los integrantes de Punta Querandí dieron la bienvenida, hicieron un contexto de las distintas luchas protagonizadas en las últimas dos décadas y explicaron las pautas de la vigilia hasta la salida del Sol.

A continuación, se abrieron tres rondas alrededor de fogones donde comenzó a circular la palabra. La consigna era clara: fortalecernos mediante el diálogo en tiempos críticos donde avanza el autoritarismo, la negación de derechos y la persecución. Aunque los temas fueron muchos más amplios.

“Es muy valioso que haya un lugar para poder acompañar la noche más larga, la salida del sol y volver a iniciar el ciclo, una fecha que viene del pensamiento, de la cosmovisión y de la cosmología de los pueblos del sur”, evaluó Víctor Quilaqueo, integrante del Pueblo Mapuche que vive en el Delta tigrense y suele participar de las ceremonias más significativas de Punta Querandí.

Víctor valoró que es llevar a la práctica una forma ancestral de marcar el tiempo, pero además es una oportunidad de intercambiar «sobre las cosas críticas y las cosas positivas del año», lo que «en mapuzungun se dice Nütram».

Luego de casi cuatro horas, toda la convocatoria volvió a agruparse en un solo círculo donde se compartió de forma resumida lo conversado en las distintas rondas.

Como novedad, a las 5am se realizó una visita guiada con una parte de los asistentes, una experiencia poco habitual que promete repetirse pronto.

“Nos hicieron una recorrida súper informativa sobre el territorio y sus características, cómo inició esta lucha por recuperar y honrar parte de una historia muchas veces olvidada pero que está ahí y nos convoca a pensarnos en nuestra acción diaria y que nos une mucho más”, comentó Mayra Nahir Amarillo, vecina de Tigre y profesora de la Escuela Secundaria de Dique Luján, la localidad donde se asienta el territorio comunitario.

Ella fue una de las tantas personas que participaron de la vigilia y que conocieron Punta Querandí a partir de los cursos de lenguas qom, moqoit, quechua y guaraní, una política pública que logró la Unión de Pueblos Originarios luego de años de lucha colectiva.

Cerca del amanecer, una sola ronda se formó nuevamente. El aire se llenó del aroma sagrado del tabaco, la yerba y las hojas de coca, mientras Santiago Chara, del Consejo de Ancianos de Punta Querandí, y Mónica Santos, vecina isleña de raíces guaraníes, sahumaban a los presentes.

A pesar del cielo nublado, el tradicional saludo al Sol se escuchó como un rayo de esperanza. En cada abrazo, un deseo de prosperidad para el nuevo ciclo, una conexión profunda con el territorio y con los ancestros.

«SEGUIR SUMANDO CAMINO JUNTOS»

De la vigilia participaron muchas personas sueltas y también algunos grupos organizados, como los integrantes de “Trekking y Aventura”, del área de deportes y recreación para personas con discapacidad del Municipio de Escobar, quienes participaron con una comitiva de más de veinte personas.

«Desde lo más verdadero que sale del corazón, queremos decir gracias amigos de Punta Querandí. Gracias por recibirnos con tanto cariño y empatía, con el guiso más rico del universo, con el calorcito del fuego, con esa manera de incluirnos abriendo las puertas de su mundo y que sólo con el amor más sincero se puede abrir», expresaron.

Desde este espacio también remarcaron algunas de las enseñanzas de la jornada: “Lo importante de saber la historia, la lucha, las convicciones y la Unión. Nos volvimos con ganas de volver, de seguir aprendiendo y seguir sumando camino juntos”.

En un sentido similar, Mayra Nahir Amarillo manifestó: «La experiencia de conocer Punta Querandí durante el festejo del Inti Raymi me resultó muy significativa, esa misma noche pude enterarme de muchas movidas más que gestionan como visitas escolares, huerta comunitaria y talleres de cerámicas entre otros. Creo que conocer este espacio, impulsado por la resistencia y mucha lucha de vecinos de Tigre y Escobar, enriquece mucho el valor territorial y por eso mismo hay que defenderlo».

Para concluir, Víctor Quilaqueo expresó que “estos son espacios de transmisión que acompañan la profundización de un movimiento indígena que está compuesto por distintos tipos de personas con diversas trayectorias, pero que en estas acciones encontramos lugar para compartir y proyectar».

Agradecemos a quienes hicieron posible esta vigilia milenaria y renovamos nuestro compromiso de seguir honrando la memoria de nuestros ancestros de la forma más coherente: recuperando derechos desde nuestros territorios.