Recolección de leña y visita de investigadoras: «La memoria originaria empodera las luchas»

Semana a semana se enriquece la experiencia de lucha de la Comunidad Indígena Punta Querandí, ubicada en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

El domingo pasado 18 de junio, la actividad central fue juntar leña de los árboles secos dentro del territorio comunitario como parte de los preparativos para la gran ceremonia de este sábado 24 de junio, que coincide con la llegada del invierno y recibe distintos nombres según cada pueblo originario: Inti Raymi (Quechua), Machaq Mara (Aymara), We Tripantu (Mapuche), Diuí Inambí (Querandí), entre otros.

Además, recibimos la visita de Marisa González de Oleaga, Silvia Di Liscia y María Ricciardo, dos de ellas vecinas isleñas del Arroyo Caracoles del Delta de San Fernando, quienes se sumaron con entusiasmo a la recolección de leña.

Marisa y Silvia invitaron meses atrás a Punta Querandí a participar de forma virtual de las «Jornadas Internacionales Museos, trauma y transmisión de memoria», de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) con sede en Madrid, España. Nuestra exposición se puede ver aquí: https://canal.uned.es/video/magic/8bop73ql8qccsoswkwc4o80gk08w488

«Conocí la existencia de Punta Querandí hace años de casualidad en una nota sobre el acampe indígena en la zona, por entonces mis investigaciones en Bolivia con los mineros de la Central Obrera Boliviana, o los trabajos etnohistóricos en el Chaco paraguayo me habían acercado al mundo de los pueblos originarios», explicó Marisa, quien vive parte del tiempo en el Delta y la otra parte en Madrid, donde trabaja como docente e investigadora en la Universidad pública.

«La existencia de este espacio de resistencia en un país como la Argentina, donde se ha silenciado o peor aun despreciado y negado ese pasado y ese presente, me sorprendió mucho y muy gratamente», recordó Marisa sobre sus impresiones al conocer de la lucha de Punta Querandí tiempo atrás, aunque no se había podido acercar al territorio.

Sin embargo, «Punta Querandí volvió a mi memoria una década después cuando empecé a trabajar sobre la etnohistoria del Delta del Paraná, con su toponimia indígena, allí están los arroyos Paycarabí, Chaná, Tuyuparéa», agregó la investigadora, quien vino junto a Silvia Di Liscia de la Universidad de La Pampa y la isleña María Ricciardo, quien la acompaña en todos sus trabajos en el Delta.

«Esta nueva investigación no lo es, como no lo eran las anteriores, estrictamente académica, sino un aporte que intenta enlazar pasado y presente, el conocimiento de un pasado indígena, el rescate de una memoria originaria que empodere y otorgue perspectiva y densidad a las luchas del presente», concluyó Marisa.

El trabajo colectivo ha sido el eje fundamental para lograr el reconocimiento de los derechos de la Comunidad Indígena Punta Querandí y la protección del sitio sagrado. Como cada domingo, invitamos a sumarte a estas jornadas. Para ver lo realizado durante los últimos meses, entrá a https://puntaquerandi.com/category/jornadas-comunitarias/.

FRUTOS DE DOS DÉCADAS DE LUCHA

La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.

A casi dos décadas de este hecho, se obtuvieron varios triunfos:

En 2020, se firmó el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí y se formó la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar.

En 2021, se concretaron las primeras restituciones y reentierros de restos humanos ancestrales en el Gran Buenos Aires y los cursos de idiomas indígenas financiados por el Municipio de Tigre, que además otorgó un local de ventas en el Puerto de Frutos para colaborar en el desarrollo económico de las comunidades.

En 2022, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas aprobó la restitución de 42 ancestros y ancestros del sitio Arroyo Sarandí, espacio ancestral destruido en los ’90 por Nordelta, y declaró «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca.