Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
La Comunidad Indígena Punta Querandí se enriquece con actividades todas las semanas en su territorio, en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

El fin de semana del 7 y 8 de octubre hubo dos grandes momentos. En primer lugar, compartimos una noche de intercambios en nuestro territorio con la organización agroecológica Comunidad Milpa de la localidad de Ricardo Rojas. Con su aporte, se llevó a cabo un importante corte de kapi’i ñaro (paja brava) desde las primeras horas del domingo lo que nos permitirá concluir la cumbrera del quincho.
Entre otras tareas, se desmalezó alrededor del Monumento a la Yaguareté y en la huerta hubo cosecha de verdeo, limpieza de yuyos y preparación de canteros para una nueva plantación.
Además, se hicieron mejoras en dos construcciones claves de la recorrida educativa: en el Museo Autónomo de Gestión Indígena, donde se arreglaron los cuadros de las fotos; y en el interior de la Maloka, donde se retiró la leña de invierno.
Pero la jornada fue aún mayor. A partir de las 11 de la mañana, en simultáneo a estos trabajos se realizó una actividad con la profesora de cerámica Adriana Martínez y unas 30 personas, entre estudiantes y colegas de ella.
“Con el permiso de la comunidad vinimos a hornear en un horno de barranca, que construimos colectivamente (dos años atrás) con las compañeras de Olleras y de los talleres Anatiri y Amaru en el marco de un trabajo de arqueología experimental. Vinimos porque algunos pueblos horneaban de esta manera y es el origen de los hornos de tiro directo que utilizamos en nuestros talleres”, explicó Adriana Martínez.
El trabajo de “arqueología experimental” al que se refiere es una investigación realizada durante 2021 con los restos de vasijas resguardados en Punta Querandí. Fruto de ese proceso, se hicieron varias recreaciones: cuencos completos con técnicas y diseños milenarios; algunos en exposición dentro del Museo Autónomo de Gestión Indígena y otros de uso cotidiano.
“Para nosotras, cómo ceramistas que trabajamos con técnicas y estéticas de los pueblos antiguos es fundamental acercarnos a estos espacios como es Punta Querandí, sitio de resistencia y que comenzó a gestarse por la aparición en la superficie de restos de cerámica antigua, sobre lo que se establecieron estrategias de lucha de las comunidades”, manifestó Adriana.
Y agregó: “Este lugar hoy nos muestra el alcance de esos fragmentos de cultura con la organización y persistencia de un grupo de personas que lucharon por hacer del lugar lo que es”.
¿QUÉ REPRESENTA LA CERÁMICA?
Adriana Martínez nos dejó algunas definiciones:
– “La cerámica fue el oficio fundamental mediante el cual los pueblos preexistentes a la conquista plasmaron sus manifestaciones artísticas. A través de él construyeron objetos que modificaron su forma de estar como ollas y piezas contenedoras para traslado o almacenamiento, además de simbolizar y expresar su cosmovisión, vehículo de su arte”.
– “El detalle es que la cerámica sobrevive en el tiempo y se constituye hoy en documentos no textuales para conocer culturas antiguas”.
– “En nuestros territorios esa materialidad inobjetable que son algunas piezas o fragmentos de ellas vienen a interpelar la historia enseñada estratégicamente para poder imponer un sistema político y económico que nos devasta”.
Después de compartir el almuerzo comunitario, el contingente llevó a cabo la recorrida guiada por el Museo y todo el territorio para luego permanecer alrededor del horno esperando la cocción de sus creaciones.
“Esta jornada es una forma de acercarnos desde nuestro oficio de ceramistas a la raíz, a la comprensión a partir de la práctica de esa historia, que está aquí, en el mismo lugar donde hacemos la vida, a la vuelta de la esquina”, señaló Adriana.
“Agradecida a las ceramistas queridas que vinieron a compartir la horneada, el día, el lugar y a la comunidad que nos lo permitió recibiéndonos”, expresó.
El trabajo colectivo ha sido el eje fundamental para lograr el reconocimiento de los derechos de la Comunidad Indígena Punta Querandí y la protección del sitio sagrado. Como cada domingo, invitamos a sumarte a estas jornadas. Para ver lo realizado durante los últimos meses, entrá a https://puntaquerandi.com/category/jornadas-comunitarias/
FRUTOS DE DOS DÉCADAS DE LUCHA
La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.
A casi dos décadas de este hecho, se obtuvieron varios triunfos:
En 2020, se firmó con el Municipio de Tigre el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí y se formó la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar.
En 2021, se concretaron las primeras restituciones y reentierros de restos humanos ancestrales en el Gran Buenos Aires y los cursos de idiomas indígenas financiados por la Intendencia, que además otorgó un local de ventas en el Puerto de Frutos para colaborar en el desarrollo económico de las comunidades.
En 2022, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas aprobó la restitución de 42 ancestros y ancestras del sitio Arroyo Sarandí, espacio milenario destruido en los ’90 por Nordelta, y declaró «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca.
En 2023, el Registro Provincial de Comunidades Indígenas inscribió la personería jurídica de Punta Querandí.
























