Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
Semana a semana, la Comunidad Indígena Punta Querandí mantiene el ritmo de trabajo, desarrolla los oficios tradicionales y recibe visitantes que desde distintas ópticas se interesan en nuestra experiencia de lucha, situada en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

El domingo 27 de octubre fue un día de muchas presencias. Confluyeron tres grupos distintos quienes además de realizar la visita guiada por el Museo Autónomo de Gestión Indígena y todo el territorio comunitario, colaboraron con el trabajo colectivo ordenando parte de las maderas que conseguimos para los proyectos productivos de Punta Querandí.
Una parte de la convocatoria eran docentes y educadoras de pueblos originarios y del Colectivo Colibrí, quienes venían de participar el día anterior en el encuentro «La educación desde una perspectiva intercultural. Educación Popular, Waldorf y Pensadores Indígenas» en el Instituto Superior Municipal de Formación Docente y Técnica “Julieta Lanteri” de Escobar.
Entre ellas se encontraba Mirta Millán, reconocida activista del Pueblo Mapuche de Olavarría, quien hace casi una década estuvo presente en el territorio junto a la ‘Mesa de Trabajo por la Aplicación de la Educación Intercultural en la Provincia de Buenos Aires’.
«Regresando a Punta Querandí me encontré con un territorio transformado en el sentido de haberlo habitado, establecido con las fuerzas naturales una relación armónica, con el cuidado y la preservación del espacio», evaluó la referenta.
En esta comitiva también estaba Agustina Brizuela de Trenque Lauquen, werken (vocera) y wizunfe (alfarera) de la Lof Cacique Pincén y de la Colectiva Casa de Fuego.
«Punta Querandí reconstruye y construye memoria, posibilidad y vínculo. Nos encuentra con nuestra historia, la que necesitamos para ser. Horizonte. Chaltu may por compartirnos tanto. Futa kiñe pangko, pewkallal. Abrazo y hasta el regreso», comentó la hermana.
Uno de los motivos que trajo a las educadoras mapuche al Gran Buenos Aires fue presentar un libro muy valioso: «Trungkay kuyfike kimün: Nepey Tayiñ Mapuzungun» (Conocimientos circulares ancestrales. Despertó nuestro Mapuzungun), fruto de los talleres virtuales en 2020 y 2021 a cargo de la Comunidad Mapuche Urbana Pillan Manke desde el Laboratorio de Idiomas de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN).
Unos minutos antes del cierre de la jornada, este material bibliográfico fue donado a los integrantes de Punta Querandí para fortalecer la biblioteca del Museo Autónomo de Gestión Indígena.
Por su parte, Manuela Ferreira, integrante del Colectivo Colibrí, compartió: «Me maravilló la potencia del trabajo en comunidad, la paz, el respeto y el compromiso con con la tierra y con la gente… venga de dónde venga. Me sentí en familia, recibidos mis hijos y yo como una hermana. La naturaleza parece abrazarlos. Al mismo tiempo son impactantes las imágenes del odio, la ignorancia y el miedo que forman parte del paisaje: los alambrados eléctricos, la vigilancia, las lanchas pasando tan rápido y peligrosamente cerca de la gente que se baña en el río, los paisajes naturales exóticos y ‘barridos’ por un lado, salvajes y exuberantes por el otro».
«Gracias por ser refugio, memoria, ejemplo y faro para nuestro trabajo. Nos une el propósito de acercar la búsqueda de verdad, identidad y justicia social a las escuelas de nuestro territorio», expresó otra de de sus integrantes, Luciana Loureiro.
FORMACIÓN DOCENTE EN TERRITORIO
Desde la zona oeste llegaron estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente Nº21 «Ricardo Rojas» de Moreno, con su profesor Andrés Flouch a cargo de la materia «Organización del espacio argentino».
«Entendemos que los sujetos que luchan, que defienden el territorio, construyen conocimientos cotidianos tan válidos como aquellos que están presentes en las investigaciones académicas», explicó Andrés.
Una de las estudiantes de este grupo era Andrea Godoy, ella comentó que profundizaron en el caso de Punta Querandí a través del capítulo de María Celeste Picoy y Celeste Vallejos en el libro Naturalezas Neoliberales de Patricia Pintos y Sofía Astelarra, titulado: «Cuando el extractivismo llega a la raíz del territorio emerge la memoria del lugar».
Además de este material, investigaron con otras fuentes y planificaron la salida: «Una vez allá era bajar en el territorio todos estos conceptos que trabajamos en el aula. Lo que más nos interpeló fue escuchar la historia de las voces de las protagonistas».
Para finalizar, Andrea Godoy compartió: «Conmovidos por cómo nos recibieron, la forma en que compartimos y el recorrido guiado. Fue una experiencia muy agradable y quedamos muy contentos por darnos esa bienvenida tan cálida. Esperamos volver pronto en carácter de docentes ya que estamos en la última instancia».
LA DISPUTA DEL PATRIMONIO
En el marco de un trabajo para la Licenciatura en Folklore de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), llegó Marianela Rueda, bailarina profesional de danzas andinas. Ella y otras compañeras de estudio realizan un relevamiento de patrimonio cultural inmaterial para la materia «Legislación y Comercialización del Patrimonio».
«Nos pareció enriquecedor proponer a Punta Querandí entendiendo este espacio no solamente como algo tangible en tanto territorio defendido por la presencia de sus miembros comunales, sino también por la riqueza que emana en sus aspectos simbólico-culturales», explicó Marianela.
«Agradecemos el cálido recibimiento, el desinteresado compartir de sus historias y saberes, y la persistente resistencia en defensa de este espacio vital», concluyó.
El trabajo colectivo ha sido el eje fundamental para lograr el reconocimiento de los derechos de la Comunidad Indígena Punta Querandí y la protección del sitio sagrado. Para ver lo realizado durante los últimos meses, entrá a https://puntaquerandi.com/category/jornadas-comunitarias.
FRUTOS DE DOS DÉCADAS DE LUCHA
La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.
A dos décadas de este hecho, se obtuvieron varios triunfos:
En 2020, se firmó con el Municipio de Tigre el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí y se formó la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar.
En 2021, se concretaron las primeras restituciones y reentierros de restos humanos ancestrales en el Gran Buenos Aires y los cursos de idiomas indígenas financiados por la Intendencia, que además otorgó un local de ventas en el Puerto de Frutos para colaborar en el desarrollo económico de las comunidades.
En 2022, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas aprobó la restitución de 42 ancestros y ancestras del sitio Arroyo Sarandí, espacio milenario destruido en los ’90 por Nordelta, y declaró «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca.
En 2023, el Registro Provincial de Comunidades Indígenas inscribió la personería jurídica de Punta Querandí siendo la primera -junto a Tres Ombúes de La Matanza- en ser reconocida como pluriétnica en Buenos Aires.















