Taller de cestería, trabajos con la madera y mantenimiento en Punta Querandí

La Comunidad Indígena Punta Querandí mantiene el ritmo de actividades, desarrolla los oficios tradicionales y recibe a visitantes que desde distintas ópticas se interesan en nuestra experiencia de lucha ubicada en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

El domingo 24 de noviembre retomamos la práctica de la cestería de la mano de nuestro paxaguenataxanaxaic (profesor) Santiago Chara, autoridad de la Comunidad Qom «Cacique Ramón Chara» de Benavidez y del Consejo de Ancianos de Punta Querandí.

Las fibras de totora fueron cortadas semanas atrás en las afueras de La Ñata y secadas dentro del Taller de la comunidad. La cestería y la cerámica son dos de los oficios tradicionales que Punta Querandí está recuperando para que vuelvan a ser parte de la vida cotidiana y también como una salida laboral autogestionada.

Entre otras tareas, seguimos reordenando las maderas que recibimos en donación de parte de un vecino de Dique Luján con el objetivo de avanzar con el proyecto productivo de carpintería y para llevar a cabo numerosas reparaciones.

En esa línea de refacciones y mejoras, otra actividad de la jornada fue armar otros dos bancos y una nueva mesa. Esta tarea continuará ya que es necesario renovar buena parte del mobiliario de Punta Querandí.

También se hizo una limpieza alrededor de la huerta para dejar ese espacio libre para realizar una pared «verde» con especies nativas dentro de un proyecto de reforestación que llevaremos a cabo en los próximos días en distintos sectores del territorio comunitario.

UNA HISTORIA QUE JAMÁS DEBEMOS OLVIDAR

Entre las visitas, llegó un grupo de la Escuela de Psicología Social de Pacheco fundada por el prestigioso Alfredo Moffat: una de las coordinadoras Rosa Pradella y dos estudiantes que cursan el primer año de forma virtual, Silvia Sagasta de la provincia de Córdoba; y Marcelo Chadock, vecino de Tigre.

«El domingo visité por primera vez Punta Querandí. La entrada impresiona por el contraste de un barrio privado que tienen de vecino, ya que parece la boca de un gran monstruo queriendo tragarse la poca tierra con historia ancestral que nos queda», comentó Rosa.

«Todos dejan de trabajar por unos segundos, y nos miran atentos y con cierta prudencia. Pablo me reconoce, nos saludamos y con mucho conocimiento y amor, hacemos un pequeño recorrido por el espacio, centrándonos en el museo. Ahí se guardan los tesoros que demuestran que alguna vez, la tierra formó parte de una cultura, que junto al rio y la paja brava los aborígenes, libres de las presiones impuestas tiempo después por los usurpadores, honraban la vida y la muerte como parte de la tierra», describió sobre su visita la coordinadora de Psicología Social.

«Gracias por recibirnos y hacernos parte de esa historia, que jamás debemos olvidar!», concluyó.

El trabajo colectivo ha sido el eje fundamental para lograr el reconocimiento de los derechos de la Comunidad Indígena Punta Querandí y la protección del sitio sagrado. Para ver lo realizado durante los últimos meses, entrá a https://puntaquerandi.com/category/jornadas-comunitarias.

¡Sumate a las actividades de los domingos! Las visitas guiadas se realizan después del almuerzo. ¡Te esperamos!

FRUTOS DE DOS DÉCADAS DE LUCHA

La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.

A dos décadas de este hecho, se obtuvieron varios triunfos:

En 2020, se firmó con el Municipio de Tigre el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí y se formó la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar.

En 2021, se concretaron las primeras restituciones y reentierros de restos humanos ancestrales en el Gran Buenos Aires y los cursos de idiomas indígenas financiados por la Intendencia, que además otorgó un local de ventas en el Puerto de Frutos para colaborar en el desarrollo económico de las comunidades.

En 2022, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas aprobó la restitución de 42 ancestros y ancestras del sitio Arroyo Sarandí, espacio milenario destruido en los ’90 por Nordelta, y declaró «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca.

En 2023, el Registro Provincial de Comunidades Indígenas inscribió la personería jurídica de Punta Querandí siendo la primera -junto a Tres Ombúes de La Matanza- en ser reconocida como pluriétnica en Buenos Aires.