Punta Querandí

Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.

«El palín nos ayuda a pensar estrategias para sobrellevar esta etapa compleja»

El domingo 27 de julio se realizó un Palikantun por primera vez en el territorio de Punta Querandí, en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

El palín es un juego tradicional mapuche en el que dos equipos buscan empujar una bola hacia las líneas de fondo del equipo contrario para marcar un punto. Se utiliza un palo de punta curva. Se juega hace siglos y es una manera de reunir a las comunidades para compartir y conocerse.

En esta ocasión, la jornada sirvió para el encuentro entre integrantes de pueblos originarios de distintos puntos de la provincia, agrupados en comunidades indígenas y en espacios barriales, como Tres Ombúes de La Matanza y Asamblea de vecinos y vecinas de Villa Elisa del Gran La Plata.

La naturaleza le dio un marco de intimidad a la jornada, con lloviznas por la mañana y un clima nublado y ventoso desde el mediodía.

Durante los días previos cortamos los palos para jugar y ese mismo domingo temprano preparamos la cancha, orientada al este.

A medida que fueron llegando las personas se agruparon alrededor del fuego donde, entre mates y charlas, sonaron los distintos instrumentos musicales de la cultura mapuche (Kultrung, Kull Kull, Kaskawilla, Püfüllka, Ñolkin y Trutruka), que acompañaron en todo momento la práctica del palín.

Pasadas las 12 horas formamos una ronda donde se presentaron quienes integran la comunidad anfitriona y los demás espacios presentes.

Las explicaciones sobre el juego estuvieron a cargo de Víctor Quilaqueo, vecino del Delta tigrense y miembro del Pueblo Mapuche, y enseguida comenzó una primera etapa de Palikantun hasta se extendió hasta el momento del almuerzo.

«En estos tiempos donde nos quieren tener amargados y tristes, el palín genera alegría, emoción y entusiasmo en la gente. Uno ve la felicidad de las personas cuando juegan, cuando se divierten y cuando hacemos cosas en conjunto», comentó Cecilia Elena Gonzalez, docente mapuche e integrante de la Asamblea de Villa Elisa, quien llegó por primera vez a Punta Querandí.

Después de compartir un guiso comunitario alrededor del fuego, se hizo la visita guiada por el Museo Autónomo de Gestión Indígena y después continuó la segunda parte de Palikantun, que se jugó en formato mixto, para todas las edades e identidades.

Para las 16 horas finalizamos el juego y compartimos una ceremonia andina, un sahumo que nos llegó desde Bolivia enviado por Carla Canto, integrante del Pueblo Aymara quien vivió durante años en el Gran Buenos Aires y participaba de actividades en Punta Querandí.

«PARTE DE UN PROCESO DE REVITALIZACIÓN»

Uno de los principales impulsores de la jornada fue Victor Quilaqueo, historiador e investigador del Observatorio Petrolero Sur (OPSUR), quien valoró «la puesta en práctica de una tradición comunitaria que realmente es muy antigua y que está muy vigente».

«El Palikantun está dentro de un esfuerzo mayor de distintos procesos de revitalización: por medio del aprendizaje de la lengua, del conocimiento y de distintos roles ancestrales», agregó.

«Es un juego que se transmite de generación en generación, que está vivo y que gracias al esfuerzo de comunidades como Punta Querandí ahora también se puede emplazar en un territorio», expresó Victor.

Por su parte, Cecilia González, también activista mapuche, levanta la consigna de «volver a jugar nuestros juegos desde una mirada descolonial» y fundamenta que además contribuye a pensar colectivamente de forma novedosa e inteligente.

«En el juego uno se conoce, se mira, armamos estrategias, vemos de qué manera podemos hacer el punto. Y eso ayuda en estos tiempos a ser creativos en lo que estamos enfrentando como pueblo. Por eso es tanta la sabiduría de nuestras comunidades. El palín nos ayuda a pensar estrategias de cómo sobrellevar esta etapa compleja. Y la única salida es colectiva», manifestó Cecilia.

Terminadas las actividades, quienes llegaron a Punta Querandí por primera vez se quedaron una hora más para terminar el recorrer todo el territorio comunitario.

En relación a su experiencia en el lugar, la docente y activista mapuche expresó: «Muy impactada y emocionada por el espacio, el trabajo comunitario, cómo se fue conformando. Si bien yo venía leyendo y poniéndome al tanto a través de los años, al estar en el territorio la fuerza viene de otro lado».

SUMATE A POTENCIAR PUNTA QUERANDÍ

El trabajo comunitario ha sido el eje fundamental para lograr el reconocimiento de nuestros derechos.

Punta Querandí invita a sumarse los domingos a las distintas actividades en el territorio ubicado entre el Canal Villanueva y el Arroyo Garín, límite de Tigre y Escobar.

Para ver lo realizado durante los últimos meses, entrá a https://puntaquerandi.com/category/jornadas-comunitarias.

Para conocer los triunfos de dos décadas de lucha, ingresá a https://puntaquerandi.com/frutos-de-dos-decadas-de-lucha/.

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Esta entrada fue publicada el 02/08/2025 por en Jornadas comunitarias.

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