Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
Luego de los fallos judiciales de julio, en Escobar el intendente respondió a los cuestionamientos de vecinos y organizaciones, impulsando su propio proyecto en defensa de los humedales en el Concejo Deliberante, cuyo contenido todavía no trascendió de forma oficial. En una audiencia en octubre, Ariel Sujarchuk había dado a entender que no estaba en sus planes impulsar ninguna legislación por el momento. Ante la falta de compromisos concretos, la Asamblea en Defensa del Humedal organizó el Festival «Descajoneame la ordenanza» frente al Municipio para exigir la prohibición de barrios privados y otros emprendimientos sobre estos ecosistemas. Compartimos la convocatoria para este sábado 5 de noviembre desde las 16 horas y dos publicaciones de El Día de Escobar sobre los anuncios oficiales.
El Intendente elevó al Concejo Deliberante una iniciativa para proteger más de 6.000 hectáreas de bañados ante el avance de los emprendimientos inmobiliarios. El proyecto modificaría el Plan Estratégico Municipal de 2009.
En medio de toda una polémica por la cuestión medioambiental y en función de futuras obras de infraestructura previstas para la zona, el intendente Ariel Sujarchuk elevó este viernes al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza cuyo objetivo es proteger a los humedales insulares del distrito, muchos de los cuales actualmente se encuentran ocupados por urbanizaciones privadas.
En primer lugar, el documento elaborado por el Departamento Ejecutivo remarca “la imprescindible necesidad de reformular parte de las acciones urbanas propuestas en el Plan Estratégico Municipal”, sancionado en 2009, “en pos de salvaguardar el ecosistema de humedales como bienes comunes y ambientales”.
“Puede ser grave e irreversible el daño ambiental que significaría la aprobación de planes de sector que permiten la instalación de barrios cerrados, clubes de campo, uso administrativo y comercial”, advierte el proyecto en relación a las disposiciones de uso territorial vigentes, que fueran establecidas durante la primera gestión de Sandro Guzmán en la Intendencia.
Como contrapartida, se señala que “el partido de Escobar cuenta con tierras disponibles para desarrollar urbanizaciones abiertas o cerradas, públicas o privadas, en zonas ambientalmente aptas y con mejor capacidad instalada”.
La presentación oficial destaca que “los humedales son ecosistemas críticos para el ser humano, y que a nivel mundial, casi el 40 por ciento de los servicios ecosistémicos son brindados por humedales”, siendo fundamentales en el suministro de “agua dulce, alimentos, captación de carbono, potabilización natural del agua y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático”.
Con estos y otros argumentos, lo que se pretende es eliminar del Plan Estratégico del Partido de Escobar, y de las ordenanzas que lo referencian, la posibilidad de aprobar “barrios cerrados, clubes de campo y cualquier tipo de urbanización abierta o cerrada que modifique las condiciones ambientales y topográficas de las áreas de humedales insulares”, incluidos en un área delimitada por cinco zonas, cuya superficie totaliza más de 6.000 hectáreas.
Además, en el artículo 2° se establece cuáles serían los rubros y usos permitidos para estas áreas: instalaciones educativas, actividades comerciales de probada tradición en zona de islas del Delta (apicultura, frutales y horticultura, por ejemplo) crianza de animales, restaurantes, cabañas, recreos, antenas, paseos y “toda actividad que demuestre poder minimizar su impacto sobre la topografía y no afectar el régimen hidrodinámico y de inundaciones propio del humedal”.
La iniciativa nada dice sobre las urbanizaciones privadas que actualmente se vienen desarrollando en superficies de humedales. Es lógico: sería exponer al Municipio a demandas siderales y juicios que inexorablemente perdería, teniendo en cuenta que estos emprendimientos se encuentran dentro del marco legal que la Comuna estableció en su momento.
El proyecto, por ahora, no tiene fecha de tratamiento. Si el oficialismo lo apura, podría lograr que se vote en la sesión del miércoles 9. De no hacerlo, le quedaría tiempo hasta el 23 para sacarlo antes de que finalice el período ordinario.
Una larga historia
De alguna manera, esta iniciativa oficial viene a sumar un nuevo capítulo en la pulseada que el Municipio emprendió este año contra los popes del real estate. Con el aval de una resolución provincial favorable, Sujarchuk ordenó en abril la paralización de los cinco principales emprendimientos urbanísticos (Puertos, El Cantón, San Matías, El Naudir y El Cazal) que se están construyendo en el partido y que ocupan una superficie total de 2.331 hectáreas, de las cuales una gran porción se encuentra en zona de humedales.
Como si fuera poco, después de seis meses de negociaciones directas con el jefe comunal, los barrios privados Puertos, El Cantón, San Matías, El Naudir y El Cazal, junto a la empresa Pentamar, aceptaron hacerse cargo de pavimentar la calle Libertad para conectar el acceso del kilómetro 44 de Panamericana con la ruta provincial 25, a la altura de El Cazador. La obra está cotizada en unos $100 millones.
Igualmente, la Comuna no está sola en esta cruzada. A instancias de una presentación iniciada por la Asamblea Ambientalista del Partido de Escobar, el Juzgado Federal de Zárate-Campana y su par N°1 de San Isidro también ya le habían puesto un freno al avance de las urbanizaciones privadas sobre bañados. En julio, ambas salas prohibieron la habilitación de nuevos desarrollos inmobiliarios y ampliaciones de los existentes sobre la cuenca del Río Luján y el Delta del Paraná “hasta tanto el tribunal cuente con las conclusiones del estudio pericial acumulativo ordenado y, además, se disponga lo contrario”.
Por su parte, diversas organizaciones ambientalistas, sociales y culturales de la región siguen difundiendo en diversos lugares la campaña “Más humedales, menos inundados” que tiene como principal objetivo alertar y concientizar sobre los riegos del avance inmobiliario en zonas bajas. En esa línea, la Asamblea en Defensa del Humedal elaboró su propio proyecto de ordenanza para prohibir la radicación de nuevos countries, aunque el documento no tuvo tratamiento en el Concejo Deliberante.
Fuente: El Día de Escobar
El intendente solicitó a las distintas fuerzas políticas que el proyecto de ordenanza enviado por el Ejecutivo sea “tratado y aprobado antes de fin de año”. “Es un avance sustancial en el cuidado del medioambiente”, afirmó.
Antes de emprender su viaje a China junto a la gobernadora María Eugenia Vidal, el intendente Ariel Sujarchuk alentó este miércoles a los distintos bloques políticos y organizaciones civiles a “debatir de manera amplia y profunda” el proyecto de ordenanza presentado por el Ejecutivo para proteger los humedales del partido de Escobar.
“Esta iniciativa es un avance sustancial en el cuidado del medioambiente, ya que garantiza la preservación de unas 8.000 hectáreas, en lo que significa el proyecto de conservación de fauna y flora más grande y ambicioso de toda la provincia de Buenos Aires”, sostuvo Sujarchuk. A la vez, el jefe comunal exhortó a los concejales a darle tratamiento y aprobarla antes de fin de año.
El documento elaborado por el Ejecutivo remarca la necesidad de reformular parte de las acciones urbanas propuestas en el Plan Estratégico del partido de Escobar, “a partir de una legítima preocupación por cuidar el medio ambiente, pero sin contradecir las legislaciones dictaminadas con anterioridad”.
De esta manera, la gestión de Sujarchuk busca evitar posibles demandas judiciales contra el Municipio y sus vecinos por parte de los desarrolladores que ya recibieron la aprobación formal de sus proyectos urbanísticos.
Sin embargo, el documento deja en claro que el Municipio no aprobará “nuevos barrios cerrados, clubes de campo y cualquier tipo de urbanización abierta o cerrada que modifique las condiciones ambientales y topográficas de las áreas de humedales insulares”.
Además, establece que permitirá las instalaciones educativas, actividades comerciales de probada tradición en zona de islas del Delta (apicultura, frutales y horticultura, por ejemplo), la crianza de animales, restaurantes, cabañas, recreos, antenas y paseos, entre otras.
“Son todas actividades que demuestran poder minimizar su impacto sobre la topografía y no afectan el régimen hidrodinámico y de inundaciones propio del humedal”, expresó el intendente.
Por otro lado, el proyecto prohíbe la caza comercial o deportiva, la realización de lagos o lagunas artificiales, el alumbrado de aguas salobres o saladas (que se produce al alcanzar la napa) y regulará el dragado de ríos y arroyos.
Fuente: El Día de Escobar