Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
El domingo 31 de mayo, se llevó a cabo una manifestación frente a Nordelta encuadrada en el plan de lucha para lograr la prohibición de los barrios privados en el distrito. La Asamblea de Vecinos Inundados de Tigre, la Asamblea Delta y el Movimiento en Defensa de la Pacha, entre otros, divulgamos los daños ocasionados por el emblemático complejo de countries: mayores inundaciones, pérdida de lugares públicos y la destrucción de un cementerio indígena ancestral.
Fotos: Pilar Celey, Juan Carlos Dall Occhio y Cecilia Ramirez
Para el Movimiento en Defensa de la Pacha la manifiestación significó saldar una deuda, ya que aún no habíamos realizado una actividad para señalizar o reivindicar el sitio sagrado Sarandí, a pesar de que desde los inicios de nuestra organización hemos denunciado su destrucción por parte de Nordelta.
“Basta de countries, cuidemos los humedales” y “Basta de inundaciones” decían las dos enormes banderas que eran imposibles de ignorar para las miles de personas que pasaban por la ruta 27 en el acceso al Centro Comercial de Nordelta y a la “Bahía Grande” de este complejo de countries.
La manifestación reunió a un grupo de vecinos de Punta Canal, Dique Luján, La Ñata, Rincón, Las Tunas, El Talar, Don Torcuato, Tigre Centro y la Primera Sección de Islas. Desde el mediodía, unos mil volantes fueron entregados a los automovilistas que aceptaban detener la velocidad o abrir la ventanilla. Una gran mayoría, habitantes de barrios privados. El contenido del volante, directo: Nordelta nos inunda y destruyó un cementerio indígena.
Durante la jornada, se acercaron vecinos del barrio El Alge, localizado a pocos metros, quienes contaron: “Antes de Nordelta no nos inundábamos”. Otro vecino de la zona, que paseaba su perro, nos alentó: “Deberían reclamar que Nordelta devuelva el arroyo Sarandí, se lo agarraron, hicieron un puerto para los yates”.
Cerca de las 15hs, ingresamos al Centro Comercial primero y luego a Bahía Grande, donde a la información de los volantes se le sumó algunas palabras mediante el megáfono y de a ratos las canciones alusivas del grupo de música Vientos de Manuá.
Casi el 46% del territorio continental de Tigre está en manos de barrios privados (Countries, Clubes de campo, etc.) donde vive menos del 5% de la población del municipio. En el resto del territorio vive la mayoría abrumadora de vecinos históricos, que sufren las consecuencias de este modelo de “progreso”. Más allá de emplearlos para trabajos precarios y en negro, los vecinos de los countries ignoran (o eligen ignorar) las realidades que sufren los habitantes aledaños.
Con esta actividad, el MDP delimitó los 8 sitios arqueológicos identificados en una superficie aproximada de 8000 hectáreas, atravesadas por los arroyos Escobar, Garín, Claro y Sarandí, entre la ruta 25 de Escobar, la ruta 27 de Tigre, el río Luján y las vías del tren General Mitre. Un territorio de humedales y campos que están desapareciendo desde los ’90 para dar paso a los grandes complejos de barrios privados.
Los sitios sagrados en cuestión son:
-Punta Querandí: en lucha hace más de 6 años, codiciado por el empresario Jorge O’Reilly, presidente de EIDICO.
-Garín: destruido por el country Santa Catalina de EIDICO.
-Rancho Largo: protegido por una medida cautelar, amenazado por Vila Terra SA.
-La Bellaca 1, 2 y 3: donde EIDICO planea construir el barrio privado Santa Ana.
-Sarandí: desaparecido por Nordelta del empresario Eduardo Constantini.
-Médanos de Escobar: adentro del country San Matías de EIDICO.
SOBRE LA DESAPARICIÓN DEL “SITIO SAGRADO SARANDÍ”
Titular del Diario Crítica, 9 de junio de 1925. Así se hacía eco la prensa del hallazgo del cementerio indígena que terminaría siendo destruido por Nordelta casi 80 años después. Fuente: Mariano Bonomo y Máximo Farro.
El sitio “Arroyo Sarandí” fue detectado en la década de 1920 cuando un conjunto de esqueletos humanos quedaron al descubierto por el arado en un campo; y fue excavado por el arqueólogo norteamericano Samuel K. Lothrop. En el 2001, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), organismo responsable del patrimonio arqueológico, informó a la Defensoría del Pueblo de la Nación sobre la desaparición de este patrimonio sagrado de los pueblos originarios.
“Las obras efectuadas por Nordelta en las inmediaciones del arroyo Sarandí, han destruído el sitio arqueológico homónimo. Esta destrucción fue definitiva”, dice la Nota INAPL Nº58/01, firmada por la directora de la institución Diana Rolandi. Sobre su localización, describe que “Arroyo Sarandí se encontraba en la margen derecha del arroyo homónimo, próximo a la desembocadura del río Luján, a pocos metros de la ruta que une Villa Ñata y la ciudad de Tigre”.
La Defensoría del Pueblo de la Nación había requerido información sobre la ubicación geógrafica de los sitios arqueológicos detectados en Tigre, la importancia de los mismos y las obras que han afectado a estos patrimonios.
Por dicho informe del INAPL, se sabe que estos sitios arqueológicos hallados en el distrito contienen enterratorios humanos, además de instrumentos realizados en diferentes tipos de rocas, alfarería, instrumentos de hueso y restos de fauna.
Por su parte, a través del documento “Lás prácticas mortuorias en el humedal del Paraná Inferior”, tomamos conocimiento de que por lo menos 42 personas pertenecientes a los pueblos originarios fueron excavadas en el sitio Sarandí en aquellos años de su descubrimiento. Lo cual hace suponer la existencia de cientos de cuerpos que quedaron arrasados por el negocio inmobiliario de Nordelta.
Protesta en Nordelta para exigir que no se construyan nuevos barrios privados
Vecinos de Tigre reclamaron en la entrada del Centro Comercial Nordelta que se prohíba la construcción de nuevos countries por “el daño ambiental, social y al patrimonio cultural” que esos proyectos causan.
La protesta fue convocada por la Asamblea de Vecinos Inundados de Tigre y el Movimiento en Defensa de La Pacha, organizaciones que en noviembre de 2014 presentaron un proyecto de ordenanza para que se prohíba la construcción de nuevos barrios privados, con el respaldo de académicos y expertos en temas ambientales y urbanísticos.
“El municipio cajoneó nuestro proyecto, no tuvo interés en debatirlo y cuando anunciamos un plan de lucha el pasado 15 de mayo, respondió aprobando una excepción al código de zonificación -que no permitía edificios de más de 20 metros de altura-, para que se pueda construir ‘Remeros Beach’, un emprendimiento de 16 hectáreas, 3 torres y una laguna privada muy cerca de Nordelta”, explicó a Télam Valentín Palma Callamullo, vocero de del Movimiento en Defensa de la Pacha.
El avance de los barrios cerrados -hay más de 60- implicó «mayores inundaciones, pérdida de calles y lugares públicos” en una zona de humedales y «el hacinamiento de los sectores populares a los cuales sólo les queda un porcentaje mínimo de tierras para habitar”, dado que “casi el 46 por ciento del territorio continental de Tigre está en manos de barrios privados donde vive menos del 5 por ciento de la población del municipio”, indicaron.
“Desde hace 2 años y medio, cada vez que llueve rogamos que no sea demasiado porque el agua entra a las casas, todo se inunda y nadie se responsabiliza por eso, como pasó en noviembre pasado”, aseguró a Télam Matías Duarte, de la Asamblea de Vecinos Inundados de Tigre.
Duarte aseguró que la responsabilidad es del municipio, que hace oídos sordos a la problemática para privilegiar “un negociado inmobiliario”.
El caso más paradigmático, apuntó, es el del barrio Las Tunas, “que quedó rodeado de barrios privados, y cada vez que llueve se llena de agua”, sufriendo las consecuencias sus 42.000 habitantes. Y otro tanto ocurre en barrios como Parque San Lorenzo, Rincón de Milberg y los Troncos del Talar.
“Las inundaciones se agravaron porque, al rellenar los humedales, los barrios privados están eliminando este recurso que actúa como filtros naturales de agua dulce y como esponja que absorbe el exceso de agua por lluvia o marea”, dijo Callamullo.
Al no existir este regulador natural, “el agua ahora se desparrama a los barrios aledaños” a partir de “desagotes ilegales” que construyen en los countries.
El dirigente indígena se quejó además de que, a pesar de que los propietarios de lotes dentro de estos barrios “son gente de altos recursos que ni siquiera son vecinos de Tigre”, el municipio “invierte todos los recursos para ellos, mientras que en Villa La Ñata no repara terraplenes ni hace obras para prevenir la inundación y aumenta los impuestos inmobiliarios”.
La construcción de Nordelta implicó, por otro lado, la destrucción de un cementerio ancestral conocido como “sitio arqueológico Arroyo Sarandí”, de 1.300 años de antigüedad.
Además, «están desapareciendo restos humanos que descansan acá desde hace hace mil años, como es el caso de los 43 cuerpos del rescatados de Arroyo Sarandí que no sabemos dónde están”, dijo Callamullo y pidió «que no destruyan ningún otro yacimiento, que trabajen con las agrupaciones indígenas para ver cómo reparar el daño y cuando hallen uno que consulten cómo preservarlo”.
Publicación original en http://www.telam.com.ar/notas/201505/107048-protesta-en-nordelta-para-exigir-que-no-se-construyan-nuevos-barrios-cerrados-en-tigre.html
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