Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
Del sábado 20 al domingo 21 de junio, el campamento de Punta Querandí fue escenario de una nueva ceremonia del Inti Raymi, con la que se recibe “la vuelta del año”, la renovación del ciclo de la naturaleza en el hemisferio sur. Es el quinto año que el Movimiento en Defensa de la Pacha organiza esta ceremonia ancestral en el pequeño territorio en disputa con los barrios privados en el límite de los municipios de Tigre y Escobar.
Texto: Mdp Punta Querandí
Cobertura fotográfica: Luis Fernando García ÁlvarezNoticia relacionada: “Como enemigo del pueblo originario se comportan las autoridades de Tigre”
Inti Raymi para los quechuas, Wiñoy Tripantu para los mapuches, Machaq Mara para los aymaras, son distintas formas de denominar un acontecimiento natural observado ancestralmente por las culturas indígenas. Y en todo el país, son cada vez más los vecinos no originarios que se pliegan a este festejo para recibir el nuevo ciclo del hemisferio sur.
Punta Querandí, a 50 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en las afueras de la localidad de Dique Luján (Tigre), es un buen ejemplo del crecimiento de esta celebración. Todos los años la convocatoria al sitio público, educativo, arqueológico y sagrado es sorprendente: unas 200 personas llegan por la noche después de tomar varios colectivos, sabiendo que no habrá posibilidad de retornar a sus hogares hasta la mañana siguiente, ya que no hay transporte público.
En esta oportunidad, entre otros, vinieron vecinos del paraje Punta Canal, de distintas localidades de Tigre y Escobar, integrantes de comunidades y organizaciones indígenas locales y regionales, y miembros de organizaciones sociales del Gran Buenos Aires como por ejemplo la Asamblea de Vecinos Inundados de Tigre y la Asamblea en Defensa del Humedal (Escobar), quienes con el MDP encabezan la lucha para lograr la prohibición de los barrios privados y otros emprendimientos que destruyen los humedales.
Desde La Plata, el hermano quechua Fortunato Vilca, nacido en La Quiaca, provincia de Jujuy, llegó para encargarse del rito ceremonial. Si bien no lo hizo en representación de donde trabaja, hay que decir que es Director de Fortalecimiento y Desarrollo Intercultural del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas, un organismo oficial bonaerense. Fortunato cuestionó en duros términos a las autoridades del Municipio de Tigre que se negaron a colaborar con la celebración.
Desde Neuquén, la hermana mapuche Relmú Ñanku de la comunidad mapuche Winkul Newen participó de la celebración y acompañó a Fortunato en la ceremonia. “Punta Querandí es una cachetada para esta Buenos Aires que se cree Europea y niega la presencia de los pueblos originarios”, expresó Relmú, quien es noticia por estos meses por un juicio que tiene en su contra por el ridículo cargo de “tentativa de homicidio” a raíz de hechos sucedidos en el marco de un conflicto entre su comunidad y una petrolera.
Pasada la medianoche, los integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha (vecinos quechuas, qom, guaranies y no indigenas de Tigre y Escobar) dieron una bienvenida. En ese momento se contó de los reclamos que ya llevan mås de 6 años, se destacó que la propuesta es una Punta Querandí sagrada y pública para todos los vecinos, pero tambien educativa para que las escuelas puedan seguir visitándolos como viene sucediendo desde hace años. Tambien se denunció la política municipal de no reconocer la importancia cultural del lugar, cajoneando los distintos proyectos presentados en el Concejo Deliberante, y a su vez se apuntó contra la políticia provincial en materia arqueológica, que en la zona norte es cómplice de los negociados inmobiliarios de los barrios privados.
Luego de estas palabras, los anfitriones agasajaron a los presentes con una comida preparada desde horas antes por las mujeres de la comunidad qom Cacique Ramón Chara de Benavidez y la familia guaraní Roa de El Talar. Comida que contó con la colaboración de la familia Ramirez-Olivieri de Villa La Ñata. Todos ellos, semana a semana sostienen la defensa de Punta Querandí.
El salón abierto construido por el MDP sobre la calle Brasil tuvo algunas novedades respecto del año pasado. Al mural estrenado en febrero para el aniversario del campamento en una de las paredes, con la frase “Agassaganup O Zobá” (la luna los hará arrepentir), se le sumó un nuevo mural con la figura de un yaguareté y la imposición del nombre al espacio, que nunca había sido pintado: Salón Comunitario Cacique Manuá. Otra reivindicación de este líder indígena pocas pocas semanas después de la intervención realizada en el festejo del Gobierno Porteño en el Monumento al conquistador Juan de Garay, quien fuera ajusticiado por el Cacique Manuá.
Dentro del salón se dispusieron fotografías y láminas con información, como un mapa con la ubicación de los pueblos originarios en la Argentina y las distintas actividades que realiza el Movimiento en Defensa de la Pacha tanto en Punta Querand como en otros puntos de Tigre y de Buenos Aires.
Además, se mostraron algunos de los miles de restos de vasijas hallados en el sitio arqueológico, así como materiales del taller de cerámica que se lleva a cabo en Punta Querandí, con los que aprendemos este arte milenario, guiados por el grupo Ukupacha de Morón.
También estaban las seis ediciones de “Voces del Humedal”, el boletín informativo del MDP que se distribuye en las localidades cercanas desde febrero de 2014. Para contribuir a la lucha se podían comprar los libros “Aguas de Puma” y “Debajo de los adoquines está la Pachamama”, o prendedores del grupo de música Vientos de Manuá.
Afuera del salón comunitario, las banderas colocadas reflejaban distintas luchas del MDP, no sólo en defensa de Punta Querandi: “Victorica genocida, Yaloschi vive”, “Fundación de Buenos Aires, nada que festejar”, “Basta de arqueología cómplice de los negociados inmobiliarios”.
Cerca de las 8 de la mañana, más de un centenar de personas saludaron al Sol, en una ceremonia guiada por Fortunato Vilca del Pueblo Kolla y Relmú Ñanku del Pueblo Mapuche. La madrugada había transcurrido en los fogones con el intercambio de experiencias, debates, reflexiones y música autóctona.
Inti Raymi significa en quechua “la fiesta del sol”, y describe bien lo que se despertó después del amanecer, cuando los Vientos de Manuá junto a otros sikuris tocaron durante más de media hora con casi todos bailando alrededor.
Un paréntesis a este momento de festejo fue la explicación que dio la mapuche Relmu Ñanku sobre los acontecimientos que llevaron a que esté injuiciciada por tentativa de homicidio y las novedades del proceso judicial. Relmu recibió la adhesión de la multitud con un fuerte Marici Weu.
Lentamente los asistentes comenzaron a retirarse a sus hogares, mientras los integrantes del MDP ordenaban, limpiaban y acomodaban el lugar. Una tarea que se prolongó hasta el mediodía, pero que se hizo con la satisfacción de haber vivido una convocatoria importante que volvió a reafirmar a Punta Querandí como patrimonio cultural y sagrado de toda la sociedad.
La próxima ceremonia con una convocatoria similar en Punta Querandí tendrá lugar el último domingo de agosto, en el cierre del mes de la Pachamama.