Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
El profesor intercultural bilingüe, Cristian Santos, viajó desde Chaco hasta el Delta tigrense para el último encuentro donde se entregaron certificados otorgados por la Municipalidad, que financió el taller de idioma y cultura moqoit como parte de las políticas lingüísticas reclamadas por la Unión de Pueblos Originarios. A partir de lo acordado con el intendente Julio Zamora, el curso tendrá continuidad el año próximo junto a otras capacitaciones en lengua guaraní, qom y quechua.
El vínculo entre la Comunidad Moqoit El Pastoril del sur de la provincia de Chaco y el Delta del Paraná viene desde hace generaciones, a través de los trabajos en la cosecha de mimbre. Algunas familias se radicaron definitivamente en las últimas décadas en el Arroyo Caraguatá y, en el invierno de 2021, solicitaron su reconocimiento como Comunidad Moqoit del Delta de Tigre ante el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas (CPAI). También pidieron al Municipio regularizar la situación dominial de las tierras que habitan y apoyar sus proyectos productivos y culturales.
Finalmente, en agosto de este año comenzaron las clases a distancia de esta primera experiencia de fortalecimiento de la moqoit la>qaatqa. «Por nuestros ancestros, que no se pierda el idioma, nuestra identidad, ñi>aachic (gracias)», manifestó Felisa Salteño, una de las representantes de esta comunidad.
El cacique de los moqoit tigrenses es Sixto Joaquín, quien actualmente trabaja en las Amarras Isleñas Hugo del Carril, pero su historia de vida es representativa de muchas familias chaqueñas vinculadas al mimbre en el Delta. Con sólo 12 años, Sixto empezó a venir desde El Pastoril todas las temporadas de la cosecha, con su papá y otros familiares, hasta que en 1993, con 30 años y dos hijos recién nacidos, se quedó a vivir en el Arroyo Paycarabí (San Fernando) y una década después, en 2001, en el Arroyo Caraguatá.
«Estoy muy contento, muy feliz de que se pudo lograr este curso y vamos a continuar», comentó Sixto, especialmente agradecido porque en el encuentro final estuvieron casi todos sus hijas e hijos y algunos nietos. En esta fecha, su comunidad tiene muy presente a la principal impulsora de este proyecto: Nilda Honeri, la esposa de Sixto, fallecida hace un año.
La entrega de certificados fue realizada el sábado 10 de diciembre y contó con la presencia del Director Coordinador de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Tigre, Alejandro Rumberguer.
«EXISTIMOS»
Desde Chaco, clave en este proceso fue Pablo Cristian Santos, de 34 años y egresado del Centro Educativo Superior Bilingüe Intercultural Moqoit (CESBIM), el único espacio de formación docente para este pueblo originario, ganado luego de décadas de lucha en esa provincia.
De forma virtual desde El Pastoril, Cristian fue el encargado de las clases en estos cuatro meses que también incluyeron dos encuentros presenciales. Si bien sus honorarios son pagados por el Municipio, estos viajes a Tigre y otras necesidades -como la compra de un micrófono- fueron solventados por las comunidades.
«El Pueblo Moqoit existe, tratamos de compartir nuestra identidad, nuestra lengua materna», resaltó Cristian y destacó la importancia de “fortalecer el idioma que nos identifica como pueblo indígena».
La principal novedad para el año próximo es que el curso estará abierto a otras personas interesadas: “Invito a los vecinos de Tigre a que participen”, expresó el docente, quien agradeció al intendente y autoridades del Municipio “por habernos abierto las puertas”.
LUCHA UNIFICADA Y REPARACIÓN HISTÓRICA
La Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar estuvo representada por una de sus voceras, Cintia López, cacica qom de Garín y profesora de historia.
«Contenta de haber participado de la entrega de certificados, es una gran emoción», describió Cintia, de la Comunidad Qompi, quien explicó que «nuestrxs ancestrxs se silenciaron, luego de la Masacre de Napa’alpí en 1924, para protegerse y a su vez a nosotrxs sus descendientes ante el terror que el Estado impuso».
Además, subrayó que la sentencia judicial dictada en mayo de este año contra el Estado por lo ocurrido en esa matanza obliga a las autoridades a realizar una Reparación Histórica y que ésta debe hacerse “no solo en la provincia de Chaco sino también en otros lugares como el Gran Buenos Aires».
También expresó la importancia de que el movimiento indígena actúe en conjunto y organizado. Ejemplo de eso, relató que cuando surgieron algunos obstáculos para lograr la aprobación del curso, “como en 1924 las comunidades hermanas nos unimos y peticionamos a las autoridades para que respondan ante este Derecho legítimo”, dijo en relación a una audiencia con el intendente en el mes de julio, donde se destrabó el taller de moqoit y se acordó la financiación de cinco cursos para el 2023.
EDUCACIÓN INTERCULTURAL: UNA DEUDA
Más allá de estos avances logrados con la Intendencia, la gran deuda es la falta de aplicación de la Educación Intercultural Bilingüe bajo la gestión del Gobierno Bonaerense. Se hace urgente la incorporación de cargos con docentes indígenas, en especial de idiomas, para acompañar las trayectorias escolares de quienes pertenecen o descienden de pueblos originarios. Un paso clave para revertir la pérdida de la lengua materna y de la identidad, un «genocidio silencioso» que persiste.