Taller de alfarería: «Queremos que vuelva la cerámica al cotidiano de Punta Querandí»

Las capacitaciones en este oficio tradicional retomaron en la Comunidad Indígena Punta Querandí, en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

Fotos: Lara Sartor (Télam) y Punta Querandí

A partir del invierno de 2022 comenzó una capacitación interna de alfarería un domingo por mes, con el objetivo de recuperar los saberes de la cerámica para que sean parte de los oficios desarrollados por la comunidad. Fueron siete encuentros de aprendizajes: el último, en enero de este año.

El domingo 30 de julio, se retomó esta actividad que es guiada por Florencia Boroswki del Taller Amaru y Julieta Medina del Taller Anatiri, ambas de Escobar y parte de una red de ceramistas que durante el 2021 investigaron sobre los restos de vasijas hallados y resguardados en Punta Querandí y realizaron varias recreaciones: cuencos completos que siguen las técnicas y diseños milenarios; algunos en exposición dentro del Museo Autónomo de Gestión Indígena y otros de uso cotidiano.

Además, vinieron dos trabajadores de la Agencia Télam, el periodista Carlos ‘Puma’ Katrileo y la fotógrafa Lara Sartor, quienes se encuentran elaborando un informe sobre comunidades indígenas pluriétnicas.

Después del almuerzo, aprovechando la bajante extraordinaria del Arroyo Garín, un grupo de personas se dedicó a limpiar este curso de agua sacando cascotes y piedras que obstaculizan el cruce con la embarcación. Otro grupo se esforzó por reflotar un casco de lancha hundido, tarea que continuará en las próximas jornadas.

“Queremos que vuelva la cerámica al cotidiano de Punta Querandí, a las ollas, a los cuencos, a los vasos, a los utensillos y a todo lo necesario para los rituales”, manifestó Julieta Medina del Taller Anatiri, quien explicó que “es un oficio que requiere mucho tiempo y dedicación, pero estamos firmes”.

La actividad comenzó con una ronda frente al Museo Autónomo de Gestión Indígena, donde las personas se presentaron y contaron sus deseos en torno al aprendizaje de la cerámica.

Luego fueron al Taller para revisar cómo estaban las distintas pastas que se habían preparado meses atrás; éstas se mezclaron y se amasaron entre todos los presentes. Después, se dirigieron al bosque para recolectar más arcilla y se dejó una ofrenda.

“Bajamos al río a ver si encontrábamos algunas herramientas como espinas de pez”, detalló Julieta Medina y agregó que “nos trajimos unas piecitas para hornear y también trajimos arena del territorio para calcinar e incorporar a una nueva pasta”.

“En los próximos encuentros vamos a ir al Museo para ver los tiestos y trabajar a partir de allí”, anticipó la especialista en cerámica.

El trabajo colectivo ha sido el eje fundamental para lograr el reconocimiento de los derechos de la Comunidad Indígena Punta Querandí y la protección del sitio sagrado. Como cada domingo, invitamos a sumarte a estas jornadas. Para ver lo realizado durante los últimos meses, entrá a https://puntaquerandi.com/category/jornadas-comunitarias/.

FRUTOS DE DOS DÉCADAS DE LUCHA

La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.

A casi dos décadas de este hecho, se obtuvieron varios triunfos:

En 2020, se firmó el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí y se formó la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar.

En 2021, se concretaron las primeras restituciones y reentierros de restos humanos ancestrales en el Gran Buenos Aires y los cursos de idiomas indígenas financiados por el Municipio de Tigre, que además otorgó un local de ventas en el Puerto de Frutos para colaborar en el desarrollo económico de las comunidades.

En 2022, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas aprobó la restitución de 42 ancestros y ancestras del sitio Arroyo Sarandí, espacio ancestral destruido en los ’90 por Nordelta, y declaró «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca.