«Un potencial inmenso a nivel histórico, arqueológico, cultural y espiritual»

Estudiantes de la carrera de Turismo de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) de Pilar y del Centro Especializado de Bachillerato para Adultos con orientación en Salud Pública (CEBAS) Nº37 de Ingeniero Maschwitz recorrieron el Museo Autónomo de Gestión Indígena y las distintas construcciones del territorio comunitario de Punta Querandí, ubicado en el límite de Tigre y Escobar, epicentro de los barrios privados responsables de la destrucción de enterratorios ancestrales y de miles de hectáreas de humedales continentales.

Las visitas de instituciones educativas es uno de los ejes fuertes de trabajo de Punta Querandí. Comenzaron hace más de una década y tuvieron un salto de calidad cuando la comunidad inauguró el Museo Autónomo de Gestión Indígena en 2017, un espacio creado para exponer los vestigios ancestrales hallados en el sitio sagrado de los pueblos originarios y para narrar la historia y el presente de las distintas luchas vinculadas al lugar.

El lunes 26 de junio fue el turno del primer año de la carrera de Turismo de la UCES de Pilar, con un grupo de estudiantes y el docente Fernando Castellá, quien remarcó que «lo que se conoce es una historia asociada a la construcción del Estado Nacional, por ende es una historia blanca, occidental y eurocéntrica».

«Punta Querandí condensa los tres momentos: el pasado lejano, el pasado decimonónico y el presente. Tiene un potencial político inmenso a nivel histórico, arqueológico, cultural y espiritual. Es el momento para que sean escuchadas las cosmovisiones indígenas sobre la tierra, la naturaleza, los seres vivos y la relación con todos éstos», analizó Fernando Castellá.

En 2017, este trabajador docente y profesor de historia estuvo en una charla de Punta Querandí en la Escuela Nº1 de El Talar. Luego de su experiencia, insistió que es mucho más potente ir al territorio: «Es irremplazable que en el horizonte esté todo el tiempo el barrio privado en frente, vale más que mil palabras, eso y tantas otra cosas que se perciben ahí», explicó.

«Fue muy buena la actividad por la calidad del tiempo que nos dedicaron y por la cantidad de aprendizajes que se llevan las estudiantes de una Universidad privada de una carrera muy propia de este sistema y de este orden social», se entusiasmó Castellá.

REVIVIR LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

Después del receso invernal, el miércoles 2 de agosto, conocieron el territorio desde el Centro Especializado de Bachillerato para Adultos con orientación en Salud Pública (CEBAS) Nº37, con sede en el barrio San Miguel de Maschwitz, Municipio de Escobar, a solo 4 kilómetros de distancia.

De esta salida participaron estudiantes de 1º, 2º y 3º año. Norma Luna, una de ellas, compartió: «La visita a Punta Querandí fue hermosa, la pasamos muy bien, estuvo re lindo todo, el Museo, conocer un poquito más sobre los pueblos originarios y la lucha que tuvieron».

Y agregó: «Aprendimos un montón y sobre todo, vimos el esfuerzo que tuvieron que hacer para que no los saquen del territorio. Le voy a decir a mi familia para que también vaya».

Otra estudiante, Roxana Maidana, compartió sus sensaciones: «Punta Querandí es un lugar que te abraza y te agradece escuchar su historia, su lucha y sus logros. Es un lugar sagrado, de reflexión para todos los que llegan».

«Al ser punto de encuentro de diferentes comunidades indígenas, yo no puedo imaginar la fuerza que se concentra en ese lugar después de cada encuentro y rituales compartidos», siguió expresando la vecina del barrio San Miguel.

«Algo que me parece enorme es conservar la práctica milenaria de las artesanías, es como mantener viva eternamente la comunidad, como cuando encontraron cerámicas en el río, en ese momento se revivió la historia de estos aborígenes», reflexionó la mujer.

Las docentes de la salida fueron Cecilia Legón, Karina Roffe y Angeles Guarino. La primera de estas profes ya había invitado a Punta Querandí a otras escuelas y percibía la posible sintonía entre sus estudiantes y el territorio ancestral, hipótesis que pudo corroborar.

«Creo que se generó un lazo con una comunidad muy próxima», dijo Cecilia Legón sobre las estudiantes del barrio San Miguel. «Todo lo que brindaron de historia sobre sus luchas y sus logros, quedó impreso en cada una de las alumnas y alumnos, fue un momento de mucha satisfacción, la pasamos muy hermoso», aseguró.

Luego de un 2022 con casi 40 actividades con establecimientos educativos, el ritmo de visitas se mantiene firme este año.

FRUTOS DE DOS DÉCADAS DE LUCHA

La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.

A casi dos décadas de este hecho, se obtuvieron varios triunfos:

En 2020, se firmó el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí y se formó la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar.

En 2021, se concretaron las primeras restituciones y reentierros de restos humanos ancestrales en el Gran Buenos Aires y los cursos de idiomas indígenas financiados por el Municipio de Tigre, que además otorgó un local de ventas en el Puerto de Frutos para colaborar en el desarrollo económico de las comunidades.

En 2022, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas aprobó la restitución de 42 ancestros y ancestras del sitio Arroyo Sarandí, espacio ancestral destruido en los ’90 por Nordelta, y declaró «sitios sagrados» a Punta Querandí y La Bellaca.