Territorio comunitario, ancestral, sagrado y educativo de los Pueblos Originarios. Desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Humedales continentales del río Luján.
Con una ceremonia a orillas del río Luján y la exposición de distintos reclamos indígenas, sociales y ambientales en el partido de Tigre, por segundo año consecutivo se realizó una jornada para reclamar el cambio de nombre del «Paseo Victorica» (la costanera más visitada del distrito) por «Paseo de los Pueblos Originarios».
Fotos de Ricardo Argentino Barbieri.
A fines del siglo XIX, el General Benjamín Victorica asesinaba a los qom, wichí, pilagá y guaraní en el Gran Chaco. A 130 años de estos hechos, descendientes de estos pueblos originarios y de otras identidades indígenas, reclamaron que la figura de este político y militar no sea homenajeada en el Municipio de Tigre.
El sábado 22 de marzo desde el mediodía, en el marco del Día Mundial del Agua y de la Semana de la Memoria, un grupo importante de organizaciones tigrenses se reunieron a metros del Monumento a los Remeros, en la confluencia de los ríos Luján y Tigre, donde finaliza el Paseo Lavalle y comienza el Paseo Victorica.
La actividad fue convocada por el Movimiento en Defensa de la Pacha, pero tuvo la participación de miembros de muchísimas organizaciones e instituciones locales y regionales: Comunidad toba-qom Yecthakay, Asamblea Delta y Rio de la Plata, El Tigre Verde, Vecinos inundados de Tigre, Oganización popular Fogoneros, Bachillerato Popular «Raíces» de Las Tunas, Espacio Cultural «El Astillero», Biblioteca Popular Inti Huasi (San Miguel), Aty Guasú – Encuentro de la Nación Guaraní en Buenos Aires, Vecinos Autoconvocados de Vicente Lopez, Red por los Derechos Humanos de Zona Norte, Centro Cultural La Casa de San Fernando, Asamblea por la libertad de la semilla, UCR Diversidad y Unidad Popular Tigre.
Durante la jornada se distribuyeron folletos que explicaban porqué se pide el cambio de nombre del Paseo Victorica e informaba sobre otros reclamos indígenas sin atención en el Municipio de Tigre.
Con respecto a la ceremonia, ésta se realizó con el abuelo kolla Pedro Moreira como guía. Uno a uno, los presentes se lavaron las manos con el agua del río y dijeron: «Gracias por sostener nuestras vidas, perdón por el maltrato que te damos, prometemos cuidarte y defenderte para que sigas sosteniendo mi vida y la de los nietos de mis nietos, hasta siempre, abuela agua».
CHAU VICTORICA
La profesora de historia Mayra Juárez, preparó un texto que fue leído por la docente Alejandra Gette (ambas vinculadas al Movimiento en Defensa de la Pacha): «Conocer quién fue Victorica y qué implicó en la historia de los pueblos indígenas es un primer paso para construir Memoria y seguir reclamando por la tan adeudada reparación simbólica y material de los pueblos indígenas», expresaba.
Por su parte, Darío Juárez, vecino del municipio de San Fernando e integrante del Aty Guasú (Encuentro de la Nación Guaraní en Buenos Aires), declaró: «Estamos presentes todavía, de alguna u otra manera estamos volviendo, como pueblo guaraní seguimos con nuestras costumbres, nuestra identidad y nuestras lenguas, incluso algunos lugares mantienen su nombre guaraní». Y agregó: «En este volver también denunciamos a los genocidas de nuestros pueblos, como Victorica».
RECLAMOS DE HOY
Eugenio Fernández, referente de la comunidad qom Yecthakay, formada por 60 familias indígenas que viven en cinco barrios distintos de las localidades Ricardo Rojas y El Talar, reclamó justicia por el crimen de su nieta Micaela.
«Hemos perdido una nieta en manos de un narcotraficante de drogas, fue hace un año, el 17 de febrero (de 2013). El fiscal es Molina Pico, pero no tenemos respuesta. Este traficante (hace) trata de personas, engaña a las mujeres y las obliga a prostituir en la casa. Según dicen, la policía está metida con él. Hasta hoy estamos esperando, lo que queremos nosotros es Justicia», expresó Eugenio.
Así mismo, el líder de Yecthakay recordó su demanda de tierras aptas y suficientes para los tobas de Tigre. «También estamos reclamando hace 5 años un pedacito de tierra para nuestra comunidad, no queremos toda la Argentina, somos 60 familias esparcidas en cinco barrios, El Talar, Las Tunas, La Paloma. Lo que queremos es que nos reconozcan esta derechos, les pido a los periodistas que informen».
Otra demanda fuerte de la jornada fue por la destrucción de enterratorios indígenas milenarios. En ese sentido, se puntualizó en la falta de protección al sitio público, educativo, arqueológico y sagrado Punta Querandí, en Dique Luján, tras media década de lucha del Movimiento en Defensa de la Pacha. El pequeño espacio es codiciado por el empresario Jorge O’Reilly (ex asesor de Sergio Massa y vinculado a sectores eclesiales pro-dictadura), quien ha amenazado a quienes defendemos esta causa.
Darío Juárez, militante guaraní, explicó que «hay muchos sitios donde están enterrados nuestros ancestros querandíes y creemos que también son de nuestros ancestros guaraníes», ya que el territorio era compartido entre ambos pueblos así como por los chaná-timbúes. Y denunció el «neocolonialismo» de las autoridades que promueven o avalan el ataque sobre «nuestros lugares sagrados, los humedales y espacios públicos».
DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL
El pequeño ritual a orillas del río Luján coincidió con el Día Mundial del Agua y sirvió para concientizar sobre la importancia de este elemento vital para la vida. Una de las denuncias principales de la jornada tuvo que ver con la desaparición casi total de los humedales continentales, debido a la construcción indiscriminada de barrios privados como «Villa Nueva» de EIDICO, y Nordelta de Constantini. Negocios inmobiliarios que violaron los derechos humanos de los vecinos al generar más inundaciones y haber cerrado caminos y costas públicas.
El periodista responsable del blog «El Tigre Verde», Ricardo Barbieri, brindó una extensa charla donde detalló el proceso de desaparición de los humedales y el rol fundamental del municipio. Al mismo tiempo, habitantes afectados por el avance de los barrios privados, nucleados en «Vecinos Inundados de Tigre», contaron el sufrimiento que viven hoy por la pérdida de estos bañados que regulaban las inundaciones, así como por la falta de obras para paliar esta situación.
«SOMOS TODOS HERMANOS»
En el cierre de la actividad, Pedro Moreira expresó: «Estoy muy contento de ver gente de distintos lugares que vinieron para manifestarse y acompañar esta jornada. Con toda satisfacción se está cumpliendo aquel sueño de los abuelos: estamos empezando a recorrer el camino del cambio».
«Estamos empezando, sin darnos cuenta quizás, a recuperar aquel antiguo paradigma de lo comunitario, de lo solidario, el compartir. Si compartimos está todo dicho, no hay diferencias. Como hacían nuestros abuelos, no sólo éramos hermanos entre nosotros sino que también estaban los hermanos árboles, las plantas, los peces, las aves».
«Cuando voy a las escuelas les digo a los chicos: después de la conquista nos metieron el paradigma del individualismo, sectarismo, egoísmo. En realidad nos hermana la Madre Tierra, la Pachamama, el Tata Inti (Padre Sol), la Abuela Agua».
Una cosmovisión que hay que retomar «si queremos salvar al mundo de este desastre que preocupa no sólo a los pueblos originarios sino a gran parte de la humanidad: el daño al ecosistema, las aguas contaminadas, el recalentamiento global, la alteración de nuestros alimentos».
Pedro llamó a unirse entre indígenas y no indígenas: «Estamos empezando a cambiar algo cuando nos juntamos entre todos, originarios, europeos, de todos los colores».
«Nosotros como pueblos originarios de este continente tenemos un previlegio, nuestras raíces están a flor de tierra, si van por Punta Querandí cuando baja el agua ustedes van a encontrar los restos de nuestros abuelos que anduvieron por ahí. Pero también son originarios los europeos que vinieron de otros lugares, tienen que escarbar un poquito más, 2 mil o 3 mil años, ellos también tenían un respeto por la naturaleza».
La actividad en el Paseo Victorica finalizó a las 15.30 horas y los manifestantes se sumaron a la marcha por la Memoria, Verdad y Justicia, a los terrenos del ex Astillero Astarsa. Este lugar, emblemático en la zona norte por la desaparición de obreros navales durante la última dictadura, está siendo destruido por un complejo de barrios privados.
Las memorias del pasado, milenario y del más reciente, se ven amenazadas por los continuadores del modelo de la conquista. Siguen colonizando los territorios nativos de nuestra Buenos Aires indígena.