Contra todo genocidio y en defensa de nuestra memoria ancestral

En el mes de marzo, la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar se suma a los repudios a la última dictadura cívico militar y hace visible los genocidios anteriores que sufrimos las comunidades indígenas, que aún no tienen el mismo reconocimiento de la sociedad ni han sido reparados por el Estado argentino.

Muchos vecinos de Tigre y municipios aledaños somos descendientes de distintas matanzas de los últimos 150 años, como San Antonio de Obligado (1887) y Napalpí (1924), en el norte de Santa Fe y en Chaco respectivamente, pero también podemos mencionar Rincon Bomba en Formosa (1947).

Desde nuestras comunidades en esta actualidad donde vivimos en el conurbano bonaerense, nos toca traer a la memoria colectiva a aquellos que dieron su vida por cuidar sus territorios, a nuestros propios abuelos y abuelas, bisabuelos.

Pero más allá de concientizar sobre hechos del pasado, buscamos reafirmar la presencia indígena actual en nuestras ciudades y mostrar las diversas problemáticas sociales que nos toca atravesar, cómo nos organizamos en el presente y los triunfos que hemos obtenido, así como las causas pendientes.

Tigre es hoy reconocido como un lugar de importantes logros del movimiento indígena, a través de la Unión.

Aquí, por primera vez en el conurbano bonaerense, en 2021 los pueblos originarios logramos la restitución de restos humanos de 8 ancestros para sus reentierros en los sitios sagrados de Punta Querandí y La Bellaca, en cumplimiento de la Ley 25517.

Así como las Abuelas y Madres luchan por recuperar los cuerpos de sus desaparecidos, las comunidades buscamos recuperar los restos humanos de antepasados. Y si bien ya hemos tenido avances como expresamos en el párrafo anterior, venimos teniendo dificultades para lograr la devolución de 42 ancestros excavados del sitio Arroyo Sarandí, en poder del Museo de La Plata, que deben regresar a su territorio original en un sector con acceso público dentro del complejo inmobiliario Nordelta.

También la apertura de cursos municiapales de lenguas originarias ha constituido a esta región como pionera en la reivindicación de los derechos lingüísticos.

La entrega, por parte de la Intendencia, de un local para la venta de artesanías de las comunidades, es otra importante política pública conseguida a través de la lucha indígena.

Y ni hablar lo que significó la Propiedad Comunitaria de Punta Querandí, territorio que era codiciado para hacer un amarradero para yates de los barrios privados.

Quedan pendientes muchos reclamos, algunos territoriales como la entrega de tierras aptas y suficientes; y también poner en debate el rol de «prestigiosos» políticos que hoy llevan nombre de paseos turísticos como el «Paseo Victoria» de Tigre en referencia al General Victorica, responsable de la conquista del Gran Chaco, quien estuvo involucrado en fusilamientos, el secuestro de niños de las comunidades y es recordado por su “célebre” izamiento de la bandera argentina con la cabeza cortada del Cacique Qom Yaloschi, durante la fundación de la localidad “Presidencia Roca” en Chaco, en 1884.

Por todo esto, seguiremos organizados y luchando para seguir recuperando derechos. No nos han vencido!